·Crónica por un pollo asado·El
domingo es un día de por si vago, hasta Dios en su flojera divina (recordando que no da Palo al agua desde que ayudó a Moisés a cruzar el Mar Rojo) Palo al agua... lo pillan...
Bueno, pues dijo que el domingo era día para el des-can-so.
Y por eso, el domingo es el día propicio para "La compra del
pollo asado" por la vageza que le da al ser humano el ponerse al cocineo. Exceptuando por supuesto a esa especie humana en peligro de extinción como es la *
Madre paelladora-dominical.Entré en la
panadería de mi barrio a comprar un pollo asado y por supuesto al ser domingo estaba llena. Pregunto al tumulto desordenado;- ¿QuiÉn da la vEZ!
Nadie responde.
Y pienso; -
Puede que mi voz desafinada y ronca por culpa de ayer fuera sabado no se haya oído bien... Y vuelvo a preguntar, esta vez elevo un poco más la voz e intento afinar;-
¿QUién Da la VEZ!Un joven con gafas y cara de ser padre primerizo, se gira y me mira diciendome con los ojos;
-Yo llevo un rato aquí y nadie me ha dado la vez... y como no me toque pronto mi mujer es la que me va a montar el pollo, nunca mejor dicho.-¿ES QUE NADIE DA LA VEZ! Ahora se me ha oído de sobra. Hasta la mujer que esta cortando las aves asadas se ha girado para alzar su mirada por encima del mostrador.
-Creo que soy yo. Reponde al fin un señor
jubilado algo tensionado, con pelos blancos y largos que le salen de la nariz.
-Gracias, voy detrás de usted.Y entonces entró en la panadería
ELLA. Una señora de unos 68 años con un cardado caoba-vivo espectacular. De una mano le culega un bolsa de plástico, la otra mano sujeta firmemente el bolso mientras se adentra entre el personal que espera su turno, sin decir ni mu. Sin duda se trata de una "Coladora profesional"
Pasan unos siete minutos eternos. Se marcha al fin con cara de satisfecho pero de llego tarde, el joven marido y padre con gafas.
-Ya me queda poco, pienso.
¿y ELLA donde esta! Pues haciendose la interesante mirando los productos del mostrador. Se a posicionado perfectamente para acometer el "cuele".
Pasa el poco tiempo que predije que quedaba y le va a tocar el turno al Jubilado de los pelos nasales.
La Panadera pregunta; ¿Quién va ahora!
Entonces ELLA hace el primer intento de "cuele".
-Me vas a poner...
Pero el Jubilado le interrumpe; -Oiga, creo que ahora me toca a mi.
-Usted perdone... no sabia... .Miente la señora (ELLA).
[Colarse delante de un jubilado es casi imposible. Pues es una especie humana que a la hora de ir hacer un recado o mandado se suele poner en maxima tensión, porque no puede fallar. Tiene que demostar que aun sigue siendo útil.
Y ELLA sabiendo esto como yo, lo ha intentado. A si que conmigo, un chico joven con cara de dormido (lo que representa un blanco fácil) no va a tener piedad]
Atienden al Jubilado, y cuando el hombre esta apunto de recibir el cambio de la compra. ELLA se adelanta a la habitual pregunta de la Panadera (¿quién va ahora!) y dice:
-Póngame ahora si, esos dos pollos bien asaditos...
~Que hago~
A: Le digo que me toca a mi y pregunto al Jubilado para que atestigüe que me dio la vez.
B: Le digo que se esta intentado colar desde que entró y que es una Tiaputa. Con el consiguiente excándalo.
C: Trago y le dejo colarse.
Me decido rapidamente por la A, pero cuando empiezo a hablar; -Perdone Señora...
ELLA magistralmente, sin mirame le dice en confidencia pero en voz alta a la Panadera;
-¡Uy! Como tengo las piernas de estar de pie... Si yo estubiera joven como este chico, aguantaria lo que fuera...pero a mi edad... Troceame los pollos bien guapa...
Me habia desarmado por completo. Mientras me interumpia, el Jubilado había sacado los pelos de la nariz por la puerta y la Panadera ya estaba preparando su pedido.
Ahora solo me quedaba utilizar la opción B y montar el lío. Pero es una opción peligrosa, ELLA ha dicho que le dolian las piernas y me ha llamado joven. La Panadera y mi conciencia se pueden poner de su parte...
¡Me cago en todo lo que se menea! ¡Siempre me ganan estas Arpias!
Ya dije al principio que el Domingo es un día Vago....al menos para mi y por no discutir... pues... la opción
C. "
C" de Calzonazos.
Lo de menos, es que aquellos dos pollos bien asaditos que se llevo ELLA fueran los últimos que quedaban en la panadería. Teniendo que ir luego hacer cola al
telepizza para encargar una pizza y una de alitas como un jilipollas.
Lo realmente importante de esta historia, es que hay que pedir la vez. Si no fuera porque el domingo pedí la vez, no hubiera escrito hoy nada en el
blog sobre esa especie mortífera como son las "Coladoras profesionales", a las que de alguna manera admiro por su destreza y por tener tanta jeta. Que curiosa es la vida....
Gracias Lectores.
