miércoles, 14 de abril de 2010

Un dia Curioso...

Hoy a sido un dia curioso, no como para guardarlo en la memoria dentro de la carpeta de "Dias especiales" pero casi.
Me desperté de golpe al sentir unos ruidos espantosos que venían de la cocina y aunque no soy de esos que al oír ruidos extraños se altera, me desvele.
Salí de la cama, hice mis consagrados estiramientos matutinos y me dirigí a la cocina sin prisa, pero intrigado.
Ya por el pasillo oí voces desconocidas, lo que no me esperaba es que hubiera tantas personas entrando y saliendo de la casa dejando cajas, cables y bombillas gigantes en la cocina.

-Mira Nina, es El, ya se ha despertado. Dijo Eva señalándome.
-Pues si que esta gordito, en el video parecía mas agíl... Bueno, ahora colocaran los focos y encuanto llegue César os aviso.

¿Quién es esta Nina! ¿Y por qué me llama Gordo! ¿Que es lo que sucede aquí!

No entendía nada, Eva estaba muy nerviosa limpiando lo que los visitantes manchaban y Jorge estaba en el jardín rascándose la cabeza mientras hablaba con un señor con visera.
¡Que extraño!
Yo como no soy de esos que si no tienen respuestas se alteran y les da por llamar la atención, me volví tranquilamente a la cama a buscar de nuevo los sueños.
Pasó un rato hasta que oí a la tal Nina gritando; - ¡Ha llegado Cesar por favor ir saliendo! ¿Producción todo en orden! ¿sonido! ¡silencio! cinco y empezamos... Cinco, cuatro, tres, dos....
Entonces Jorge empezó a llamarme.
Yo como tampoco soy de esos que al oír su nombre acude raudo y veloz, no va con mi personalidad que quieren que les diga... Pues hice que Jorge pronunciara mi nombre al menos siete veces, cada una con distinta entonación y todas en clave de desaparición.

He aquí lo curioso, al no responder a las llamadas de Jorge, ni a las de Eva que se sumo poco después. Ellos vinieron a buscarme a mi, acompañados de alguien con una energía especial.
-Esta dormido, siempre esta así. Dijo Jorge.
-Ya ve César.... Continuo Eva. Antes era muy activo y alegre pero ahora...
El tal César se sentó en mi cama, levanto mis párpados con sus dedos y me susurro al oído;
-Despierta. Vamos a salir a la calle, ve a la puerta y esperame allí.

No se si me creerán cuando les cuente que la voz del tal César era como la voz de un ángel. Y que
al oírla me hacia obedecer a su mandato sin cuestionarme absolutamente nada.

César me llevo a montar en patines, luego fuimos a un parque enorme lleno de niños donde jugué y bebí agua de una fuente. Después me enseño a cruzar la calle, a dar la mano como los hombres y a dar volteretas sobre mi propio eje.
Cuando volvimos a casa, César les hablo maravillas de mi a Eva y a Jorge. Luego hizo que nos sentásemos los tres en el sofá del salón bajo un foco muy luminoso y nos habló:
-Creo que el motivo de su apatía es porque no le prestáis demasiada atención. Jorge, tu tienes que ser el mas fuerte y tu Eva no lo has de mimar tanto. Sinceramente me parecéis una pareja estupenda y en vuestra casa se respira hogar. El problema de vuestro perro es que se aburre y por eso lo tenéis que estimular. Devéis de aprender a ser jefes de la manada. Vuestro perro es precioso y muy listo.

Yo aunque no soy de esos que al oír un alago mueve el rabo compulsivamente, no lo pude evitar.
Cesar me paso la mano por el lomo y se despidió de nosotros con un abrazo.
Según César salía de la casa, entró la tal Nina seguida de los que llenaron todo de cables y luces. Recogieron todo y tambien se marcharon.
Yo que no soy de esos que les gusta alargar el dia y menos después de la paliza que me habia dado corriendo detrás de las mariposas en el parque, me fuí a dormir a la cama.

Y aquí estoy pensando, como dije al principio que hoy a sido un dia curioso.
Ojala mañana venga otra vez César, no es que a mis dueños Jorge y Eva no les quiera, pero es que César es... ¿como lo diría! simplemente Encantador.